La Ejecutiva del PSOE envió anoche un comunicado a la prensa para vetar que el PSN presente una moción de censura contra Yolanda Barcina. La nota prohíbe también expresamente el apoyo de los parlamenatarios del PSN a cualquier otra moción de censura alternativa que pueda impulsarse, cerrando la vía también a que I-E registre otra, una posibilidad sobre la que se había especulado. La nota llega justo antes de que el PSN consultara a su militancia.
«La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha acordado no formalizar la presentación de una moción de censura en el Parlamento navarro y no votar a favor de ninguna moción que puedan presentar otros grupos, tras comprobar la imposibilidad de que esa iniciativa pueda salir adelante sin los votos de Bildu». Con estas líneas, Ferraz acabó con las posibilidades de echar a Yolanda Barcina del poder y, de paso, también con la carrera política de Roberto Jiménez.
La nota llegó la víspera de la celebración del Comité Regional, lo más parecido a un plebiscito con sus bases que la filial navarra del PSOE era capaz de hacer. El Comité, que tenía cita esta tarde, está compuesto por más de 200 miembros y su respaldo a la moción de censura estaba asegurado. Alfredo Pérez Rubalcaba prefirió ahorrarse el choque. Queda por ver si la cita del Comité Regional se mantiene, pero todo apunta a que se desconvocará.
El comunicado deja en evidencia a la ronda de contactos iniciada por el PSN, que por la mañana seguía prometiendo que habría elecciones el 25 de mayo. Ferraz dice que las reuniones han servido para constatar «que no hay posibilidad de articular una mayoría que pudiera aprobar una moción de censura sin los votos de Bildu». Para descubrir semejante obviedad matemática (Bildu controla un tercio de la Cámara) los encuentros fueron absolutamente innecesarios. Todo se ha revelado como una farsa.
Además, la ronda de contactos que emprendió el PSN para visibilizar la exclusión de Bildu de cara a una moción de censura acabó por retratar la soledad de Jiménez y los suyos. Al final, tanto PP como UPN le cerraron la puerta, por lo que el PSN solo ha logrado citarse con Geroa Bai e I-E (que suman cinco escaños entre los dos) y con Aralar-NaBai, que ya está dentro de EH Bildu. Un fracaso estrepitoso.
«Durante estas últimas semanas, el PSN ha actuado con responsabilidad tratando de desbloquear la situación política provocada por el empecinamiento de una presidenta que ha puesto su propia conveniencia personal por delante de los intereses de los navarros», justifica la Ejecutiva del PSOE. Sin embargo, es evidente que Jiménez ha sido incapaz de cumplir con el ultimátum que lanzó a Barcina antes de que se iniciara la comisión de investigación, cuyas conclusiones acabarán en manos de la Fiscalía.
Jiménez, Pedro Rascón y Juan José Lizarbe, que han sido los portavoces del PSN durante las últimas semanas, han mentido de forma sistemática a la ciudadanía, asegurando que Ferraz les había dado su respaldo. Las manifestaciones de Rascón de ayer por la mañana tras la reunión con Aralar ponen de relieve hasta qué punto se estaba lanzando un mensaje falso a la población: «Será el PSN quien finalmente tiene que tomar la decisión en el único sentido posible y con el único objetivo posible, que es que el día 25 de mayo los navarros tienen que ir a las urnas a votar un nuevo Parlamento».
De todos modos, los últimos días entre las promesas del PSN se estaban colando muletillas aclarando que la Ejecutiva no se planteaba en ningún momento desafiar a Ferraz. El comunicado del martes se cerraba con la siguiente frase: «somos un partido federal cuyas decisiones se adoptan siempre desde el acuerdo mutuo». La realidad, no obstante, ha demostrado que el peso que tiene el PSN en Madrid es nulo. En las últimas elecciones, Nafarroa aportó un único diputado (de cinco posibles) para el Grupo del PSOE en el Congreso, menos de un 1%.
Nueva petición de elecciones
El PSOE intenta responsabilizar a Barcina por lo ocurrido y por la «ingobernabilidad» de Nafarroa y mantiene que la presidenta debe convocar elecciones y dimitir. Y para ello, Rubalcaba intenta volver contra ella sus propios argumentos. «La actitud de Barcina, negándose a dimitir, supone que acepta seguir siendo presidenta amparada por los escaños de Bildu y sin poder ofrecer ningún proyecto de futuro para su Comunidad». Si la presidenta no convoca elecciones antes del 31 de marzo, la legislatura tendrá que agotarse. Serán otros 14 meses más de mandato.
La nota termina advirtiendo de que la prohibición afecta a la Ejecutiva del PSN, el Comité Regional y los parlamentarios.
Tras fracasar en su intentona del lunes dentro de la Ejecutiva de UPN (donde tiene cargo vitalicio como expresidente de Nafarroa), Miguel Sanz salió públicamente a pedir a Yolanda Barcina que convoque elecciones. Sanz considera que alargar la legislatura catorce meses más resultaría «letal». El expresidente, a quien une una fuerte amistad con Roberto Jiménez, considera que el adelanto electoral sería «lo mejor para Navarra, lo mejor para UPN y lo mejor incluso para el PSN». En sus declaraciones, Sanz consideraba que la moción de censura «va en serio» y que UPN corría un riesgo real de perder el poder. En su opinión, lo importante es que Bildu «no influya ni siquiera un minuto» en las instituciones, «bien desde fuera, bien desde dentro».
El expresidente sigue convencido de que, de no recuperarse el pacto entre UPN y PSN, no podrán gobernar Nafarroa, y que el PSN se merece este gesto, porque es «con quien sí o sí debemos pactar si queremos que el constitucionalismo siga gobernando y que Navarra siga siendo una comunidad foral dentro del Estado autonómico español». A la petición de elecciones también se ha sumado la exconsejera Begoña Sanzberro.
ARITZ INTXUSTA IRUÑEA